Protección contra el frío: Resguarda tus plantas de las bajas temperaturas. Cubre las especies sensibles con telas especiales o plástico para evitar daños por heladas. Recuerda retirar las cubiertas durante los días soleados para permitir una adecuada ventilación.

 

Riego adecuado: En invierno, el riego debe ser moderado. Ajusta la frecuencia y la cantidad de agua según las necesidades de cada planta. Evita el encharcamiento del suelo, ya que puede propiciar la aparición de hongos. Si es posible, riega durante las horas más cálidas del día.

 

Ubicación estratégica: Si tienes plantas en macetas, colócalas cerca de las paredes de tu casa u otros elementos que brinden protección contra el viento frío. Aprovecha al máximo la luz solar ubicando las plantas en áreas donde reciban la mayor cantidad de luz posible.

 

Aislamiento del suelo: Utiliza acolchados orgánicos, como hojas secas o paja, alrededor de las raíces de tus plantas. Esto ayudará a mantener la temperatura del suelo y proteger las raíces de posibles daños por las bajas temperaturas.

 

Nutrición equilibrada: Durante el invierno, algunas plantas entran en un período de dormancia, pero aún necesitan nutrientes para mantenerse fuertes. Asegúrate de proporcionarles un fertilizante equilibrado y específico para esta temporada. Consulta con nuestros expertos para encontrar el adecuado.

 

Observa y actúa: Mantén un ojo atento a tus plantas durante el invierno. Si notas signos de enfermedades o plagas, actúa rápidamente para evitar su propagación.

Recuerda que nuestro equipo de especialistas está aquí para ayudarte en cualquier situación.

 

¡En Arazá te acompañamos en cada estación del año! Si necesitas más consejos o productos especializados para el cuidado de tus plantas en invierno, ¡contáctanos ahora!

 

Juntos, lograremos que tus plantas sobrevivan al frío y florezcan en primavera.