¡Cuida la salud de tu gato!
Si notas alguno de estos signos, es crucial consultar con el veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
- Problemas Oculares: secreciones, inflamación, cambio de color, sensibilidad a la luz, tercer párpado visible, problemas de visión.
- Trastornos Auditivos: secreciones, cera oscura, rascado excesivo, movimiento o inclinación de cabeza, señales de bultos o problemas auditivos.
- Inconvenientes Respiratorios: dificultad para respirar, estornudos, tos, fiebre, señales de malestar respiratorio.
- Afecciones en la Piel: rascado constante, pérdida de pelo, limpieza excesiva, picaduras, calvicie, presencia de parásitos o inflamación.
- Problemas Digestivos: vómitos, diarrea, estreñimiento persistente, pérdida de apetito, sangre en heces.
- Trastornos del Sistema Nervioso: convulsiones, espasmos, temblores, parálisis, andar inestable, irritación de la piel.
- Enfermedades Cardiovasculares: colapsos, coloración azul en encías, dificultades respiratorias, falta de actividad.
- Afecciones del Aparato Reproductivo: sangre en genitales, secreciones anormales, inflamación en glándulas mamarias o testículos.
- Parásitos Internos: lombrices en heces, diarrea persistente, granos cerca del ano, lamido o frotado trasero, hinchazón abdominal, pérdida de peso.
- Disfunciones del Aparato Urinario: sangre en orina, incontinencia, exceso de orina, sed excesiva.
- Problemas Musculares u Óseos: dificultad para caminar, cojera, inflamación, sensibilidad al tacto, resistencia a caminar o saltar.
- Trastornos de Conducta: sueño excesivo, aumento de consumo de agua, reclusión, falta de apetito, agitación, aullidos, esconderse sistemáticamente.
Ante cualquier señal, actúa rápido y bríndale a tu gato la atención que merece.
¡Aquí estamos para asesorarte!